martes, 26 de febrero de 2013


CORAZÓN PLURAL DEL ECUADOR


Barcelona es un partido político que juega al fútbol,
Una vacuna que no encuentra enfermedad,
El beso de la mujer más peligrosa del mundo,
Que llega un domingo de sol y se va.

Las paredes del corazón que estacionó catorce golondrinas,
Venidas con smoking y gloria al portador,
La gloria es Barcelona aunque la reina sea Liga,
Sin súbditos ni pueblo, trasnochada en un mostrador.

Barcelona es la tilde del corazón, antorcha para el invierno,
El vacío del paredón, el más dulce de los infiernos.
El pan sin panadero, maravedí de carmín en la solapa,
La zurda de Díaz rozando el pasto,
La lluvia de ceniza en el techo de la nostalgia,
El único milagro que no tiene santo.

Es el arco que dispara hinchas en lugar de flechas,
Infla los pechos y guinda el sol las mañanas de los lunes,
Cada madrugada el frentón y cabeza mágica charlan en la platea,
Como el sueño que baja, se hace campeonato, y sube.

Barcelona no es cliché futbolero, puede ser.
Alma de pantalones cortos, tal vez.
Barcelona es un “rómpeme los huevos, pero no me rompas el corazón”
Barcelona, al fin de cuentas, es el corazón plural del Ecuador.





jueves, 8 de noviembre de 2012

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA FILOSÓFICA "EL TRAPECISTA"

La búsqueda del ser interior mediante travesías externas, y el desarrollo de filosofía existencialista. 

Sinopsis: Joaquín Rubalcaba, un prospecto de escritor guayaquileño en el año de 1964, discípulo de "El padrino del boom latinoamericano" Juan Carlos Onetti, desarrolla una angustia existencial al no poder publicar su obra. Empieza así la búsqueda de respuestas mediante una travesía en ciudades europeas: Bruselas, Kiev, París; donde conoce mujeres, bares, museos, y estrecha amistad con autores de la époc
a como Jack Kerouac, Julio Cortázar y Robert Zimmerman. Al llegar a la ataraxia, el novelista planea un asalto bancario en París junto con su amante italiana Nicoleta Cascone.

Los capítulos desordenados, rememorando a Rayuela, recuerdan lo que según Valéry era el orden: un desorden dominado. Nunca he concebido a la literatura y al arte en general como creación simplemente, sino como vivencia completa del artista, no se puede perseguir a un león dormido como un Vargas Llosa buscando un Nobel.

Me acompañarán amigos y colegas del mundo literario y filosófico. Compartiremos una copa de vino y charlaremos sobre contracultura de los añorados años 60s.



Museo Presley Norton (9 de Octubre y Carchi, esquina)


Jueves, 15 de noviembre de 2012.

19h00

martes, 24 de julio de 2012

Carta abierta a Juan Manuel Zuluaga, editor de Revista Cronopio.


Carta abierta a Juan Manuel Zuluaga, editor de Revista Cronopio.
Desde Guayaquil, hasta Medellín (o donde quiera que estés)

¿Hace cuánto empezamos esto, Manu? Creo que ya hace un año largo, tú no me conocías ni creo que te afectaba tanto aquella circunstancia. No recuerdo bien cómo derrapé en Cronopio, quizá buscando algún escape formal y no tan doloroso en alguna revista cultural, como quien busca la cerradura cuando se ha marchado la luz o despierta de madrugada por un vaso de vino y no sabe dónde está el interruptor (ni el vino, sucede en los hoteles de paso).
He venido colaborando con ustedes, Grandísimos Cronopios, sin pretender remuneración alguna ni nada que se le parezca, ni fama ni demás. Sólo la convicción enorme de que en algo aportamos para el continente. Tantas veces, no sabes cuántas, recibí comentarios afectuosos, gente de otros lados, otros países, diciéndome que tal o cual cosa sobre mis poemas, que tal le recordaba a alguien, a un ser perdido, algún amor que se fue. No sé si recordarás aquel Cirque du soleil que publicamos allá por abril, pues bien, ocho meses después recibí un telegrama (qué lindo suena, pero no, fue correo electrónico) de Rafael Arencón, un tipo radicado cerca de Barcelona, comentándome que conocía a la familia de los hermanos Tonetti y que le haría llegar aquel poema a sus viudas. Imaginarás cuánta alegría, justo cuando atravesaba y atravieso una etapa burda y cursi de depresión epistolar y crisis creativa.
Esto lo vengo escribiendo desde hace tantos meses, mirando por la ventana, encendiendo un cigarrillo, saliendo a caminar; estoy atravesando quizá la etapa más dolorosa de un escritor, carajo. No es fácil, no ahora, escribir cada domingo un beso en la ventana, no me es fácil, no tengo a quien escribir, por quién hacerlo, más allá de los lectores anónimos que seguro tenemos, pero no es suficiente si no regresa la pelotita. No sé si comprendas mi lenguaje, sé que padezco de mala expresión.  Quiero agradecerte un montón, estimado Manu, a vos y a Alzate, tu escudero; agradecerles a todos por aguantar la notoria labor de ubicarme cada semana, como quien recluta a un soldado en el fondo de la ciudad. Ustedes, sin saberlo, me obligaron a descubrirme y ver qué más podía dar. Por eso y más, gracias.
Pero aquí me bajo, hermano Manuel. No doy más, el vino se acaba y la inspiración también. Me llevo los besos volados de las lectoras, los lloriqueos de alguna, el abrazo del lector y de todos ustedes. Me voy de vacaciones a Isla Negra donde pueda leerme otra vez y empezar de nuevo, y cuando suceda, siendo yo mejor, iré con ustedes otra vez, a navegar por el continente, por nuestra América.

Un abrazo a vos, a tu mujer, a tu hijo. Nos veremos algún día en alguna feria de libro.
P.D.: Que éste sea mi último poema, Manu, publícalo.

Miguel Alavalcívar

domingo, 27 de mayo de 2012

Tener derechos e izquierdos

Tengo derecho a decir que no eres para mí
A remendar las cicatrices del acné,
A los besos que se desinflan en el aire porque sí,
A decir, después de ti, que no eres para mí.

A nombrar a tu santa madre si discutimos,
A perfilar un hasta nunca por debajo de la puerta,
A ser el otro, hacerme exquisito,
Decir, después de ti, que no eres para mí.

Tengo izquierdos que laten y bombean sangre,
El mismo sitio en la cabeza a la hora de votar,
A sentir como el idiota que soy por vuestra parte,
Que no eres la musa que quise enjaular.

Tengo derecho a beberme el despecho,
El destierro de cama, la llama con frío,
El abrigo de la tarde que no sirve de nada,
La puta de la esquina que besa más lindo.

Tengo izquierdos que miran por el retrovisor,
Que enervan el champagne y la madrugada,
Las tildes y las comas de la menstruación,
Que escondieron las llaves de tu espalda.

Tengo derecho a decirte putita, malvada, infeliz,
Perrita que suda, ama de alhajas, infame, ruin.
A renegar de las tardes de verano que no quisiste conmigo,
Como el esparadrapo que negaste usar para ocultar tu cicatriz.

viernes, 23 de marzo de 2012

De vuelta al agujero (A cuatro manos con Abel Ochoa)

Lado izquierdo: Abel
Lado derecho: Caín


Las lunas se sumergen en los charcos
Con su emboscada a fútiles mortales,
Entre sus mantos yacen los puñales
Que surcan el naufragio de los barcos.

Con cortinas que atrapan a los gatos
Como tangas para mesalinas semanales
Los besos perdidos en la calle
Que hacen fila debajo de los autos.

Pliegan sus redes a un amanecer
Gastado, circunloquios de alquiler
Se escabullen de vuelta al agujero.

Como si bastara por las noches con querer
Pegando cromos en el Kafka de los sueños
Diría, una de tantas, que te quiero
Mojando la espalda cuando se me riega el café.

Como tender mis puentes a tu piel
Sin cruzar el umbral de tu ventana,
Traficando limosnas en la aduana
Que refuerzan mi torre de Babel.

Tengo por mascota un ratón en la cocina
Una estufa con frío, una mesa camilla
Las llaves del balcón de Julieta me sirven de navaja en los bares
Como queriendo que pase el insomnio sin pastillas.

Me desplomo en los ecos de tus besos
(Metidos en mis sueños; en mis huesos)
Hilando versos huecos de trovero.

Con mi vino blanco que seca el despecho
Mojando la tiza que trazaba la cama
La crisis existencial de la flor plástica en el ropero
La boca sin sello postal escribiéndote un besograma.

lunes, 12 de marzo de 2012

Day and Ana

Amanece Quito en su cama,
Rubio con sordina el corazón.
Camino de hormigas por la espalda,
Una ofensa que la abrace el edredón.
Se siente ofendida por la nicotina,
Musa alquilada de televisión,
La besan todos y nadie la atina,
Papeles amarillos le hacen de colchón.
Dulce de leche, poesía en la alcancía,
Pestañas postizas, falda de tablón,
Artista de piel, manos sin caricias,
Fría oficina, salida al callejón.
Estación de metro, el cielo en sus muslos,
Macchiato al medio día,
Manzana al desayuno.
Ma belle, ma belle, ma belle,
Si te españolizaras Diana, serías mi Lady Di,
Ma belle, ma belle, ma belle,
La vida es una verdad que viene de mentir.
Se hizo de noche en su cintura,
Y un lunar la delató,
Se desnudó de luna,
Y en la madrugada, on the road, me encontró.
El calendario Brahma lo puse en la cocina,
Para ver la mentira de las cámaras Nikon.
Ese bomboncito vale más que una cerveza, me dije,
Y por una cerveza mato yo.